La anciana caminaba con la ayuda de un andador y con ropa fina, sin ninguna ropa de abrigo, a pesar de que a la hora que fue hallada, sobre las 1:30 de la madrugada del pasado día 12 de enero. La temperatura en la localidad esa noche era de tres grados bajo cero. Cuando los agentes de la patrulla de la Guardia Civil de Santa fe encontraron a la anciana, esta tiritaba de frío, tenía los labios morados y era incapaz de articular palabra. Los agentes se quitaron rápidamente sus chaquetones, arroparon a la mujer y la subieron al coche oficial para que entrara en calor. La anciana no recordaba donde vivía y tampoco podía aportar ningún dato que sirviera para identificarla.
La Guardia Civil comprobó en primer lugar que no se había denunciado ninguna desaparición reciente, y se realizaron pesquisas con centros geriátricos y servicios médicos de esa localidad y de otros municipios cercanos.
Poco después la Guardia Civil averiguaba que la anciana había abandonado, sin que nadie se percatara, una residencia de mayores cercana al lugar donde fue encontrada por los agentes de Santa Fe.
La Guardia Civil devolvió a la anciana a su residencia. Para entonces la mujer ya se había recuperado del frío y dio muchas veces las gracias a los agentes por la atención recibida.
La Guardia Civil presta a diario numerosos auxilios a personas mayores durante su servicio en la provincia de Granada. Esto se suma al trabajo específico que la Guardia Civil lleva a cabo a través del Plan Mayor Seguridad para prevenir las principales amenazas que sufren los mayores (estafas, robos, maltrato, accidentes, etc.).
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