Eran las 12:15 del mediodía del sábado 23 de Enero del pasado año, cuando un sismo de magnitud 4,2 grados en la escala de Richter sacudía a Santa Fe y al Área Metropolitana de Granada junto con la capital. Un año se ha cumplido desde entonces, donde en esa mañana, la Puerta de Loja se desalojaba al completo por la Asociación Parroquial de Jesús Atado a la Columna para salvaguardar a las imágenes y enseres de esta capilla, ante la incertidumbre y la gran grieta que se abrió en la parte central exterior del arco, así como las múltiples en su interior, haciendo saltar todas las alarmas.
Varias semanas de preocupación y miedo fueron las que se vivieron desde entonces entre los habitantes de Santa Fe, sin saber qué hacer y, muchos de ellos, abandonando la zona por unos días, a pesar del cierre perimetral que sufría el municipio, impuesto por la Junta de Andalucía, ante el aumento de los casos de COVID-19.
Desde entonces, un año después, han sido muchas las revisiones por técnicos y arquitectos que han pasado por el Arco de Loja, pero tan solo ha sido una la actuación que se ha llevado a cabo, en concreto la reparación de la grieta exterior de este arco y la colocación de un andamio bajo el mismo, para poder reabrir la calle Real al tránsito de vehículos rodados tras la continua queja de los comerciantes del Centro Histórico del municipio sobre el cierre de esta calle al tráfico.
Hoy, 23 de Enero de 2022, cuando se cumple un año de este acontecimiento, el andamio sigue fijado en el exterior, y el interior del arco continúa intacto, sin reparar, con el suelo levantado y con las imágenes teniendo que estar reubicadas en un edificio custodiado por la Asociación para su seguridad.
A diferencia de la Puerta de Loja y la Puerta de Sevilla, el Templo de la Encarnación sí ha recibido luz verde por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, para iniciarse las obras en su interior y poder reabrirla a la mayor brevedad, aunque ahora queda que la Curia Diocesana inicie estas obras.
Por lo civil, edificios como el Mercado Municipal de Abastos o el Edificio de El Pósito, también se vieron afectados por estos sismos, teniendo también que cerrarse al público y, en el caso del Mercado, los comerciantes han tenido que reubicarse en otros locales y bajos del municipio. Hay que decir, que estos edificios municipales ya cuentan con financiación para su remodelación, reconstrucción y reparación, de fondos europeos EDUSI y de la Junta de Andalucía. En total, la inversión ronda los 2,3 millones de euros para adecentar estos inmuebles, aunque desde el Consistorio indican que es necesario lograr más dinero de la Junta de Andalucía.
Muchos ciudadanos también han sufrido daños y desperfectos en sus viviendas, algunas teniendo que ser declaradas en ruina tras el análisis de los expertos, indicando desde el Consistorio que se demolerán, aunque en estos casos se trataba de construcciones que ya estaban dañadas previamente a los terremotos.
En resumen, un año después, la tranquilidad ha vuelto a Santa Fe y a sus vecinos, quedando para el recuerdo las imágenes y momentos vividos de pánico en aquel entonces, aunque eso sí, con los sismos habituales, ya que es una zona sísmica muy activa, pero en cuanto a reparación de edificios, han sido pocos los que se han podido reabrir, sobre todo, los pertenecientes a la Curia como la Puerta de Loja o la propia Iglesia Parroquial, edificios que, a pesar de indicar desde las administraciones que son obras y reparaciones menores las que hay que hacerles, seguirán cerrados al público de forma indefinida.
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