Foto: Antonio M. González | DSF
La Red Sísmica Nacional continúa realizando perfiles sísmicos y medidas de vibraciones del terreno para conocer la velocidad de las ondas sísmicas en los lugares en los que tiene instalados sus sensores de terremotos.
Esta semana se encuentran en la provincia de Granada, donde ya se ha realizado la adquisición de datos en los emplazamientos de Loja, Santa Fe y Albolote y, próximamente se trabajará en varios emplazamientos de la ciudad de Granada.
Estas medidas son útiles para mejorar el conocimiento de la respuesta ante el movimiento del suelo producido por un terremoto.
Para medir la velocidad y frecuencia propia del subsuelo se usan técnicas geofísicas, principalmente perfiles sísmicos con fuente activa y pasiva y registro de ruido sísmico. Se trata de una nueva campaña de un proyecto a largo plazo que comenzó en 2019 y cuyo objetivo es caracterizar el suelo bajo las más de 120 estaciones de aceleración repartidas por el territorio, pero principalmente situadas en el sur y sureste de la península ibérica, una de las zonas sísmicamente más activas de España
La red de aceleración complementa a la red de sismómetros en las zonas pobladas y con mayor peligrosidad sísmica. Los acelerómetros son fundamentales en la medida del movimiento fuerte del terreno ante el que la señal de los sismómetros puede saturarse.
Caracterizar geofísicamente cómo es el suelo bajo estos instrumentos o bien clasificar el mismo según las normas sismorresistentes (Eurocódigo 8) es importante para mejorar el conocimiento de la respuesta ante el movimiento del suelo producido por un terremoto.